viernes, 10 de abril de 2015

Lo que los gordos no queremos escuchar de los delgados

Muy buenas queridos lorceros y lorceras. Hoy os escribo de algo que todos aquellos con unos gramitos de más habéis escuchado por activa y por pasiva de vuestros amigos, compañeros, familiares, etc... Etc... Consejos para estar delgados.

Si, porque en este mundo hay listos para aburrir. Todos son nutricionistas y dietistas. Oye, que capacidad de nacimiento. Ellos tan delgados porque Dios le dio el título de nutrición con el certificado de nacimiento y no porque la constitución ayude, ¿eh? No, no, no. Ellos es porque se cuidan.

El primer consejo es el universal y el por lo visto, secreto mejor guardado de la humanidad, si bebés agua adelgazas. Toma notición... Que a mi no me funciona. Querido lorcero, es bueno beber agua, pero ni aunque sea una mezcla de Agua de Lourdes y de Fátima te hace el milagro de perder kilos por "beber dos litros de agua al día".

Segundo consejo: "Tú con que te muevas un poco adelgazas. Haz un poquito de deporte, sal a andar, apúntate al gimnasio....". Tantos y tantos ejemplos. Entonces yo, que puñetera soy un rato, le pregunto con voz de interesada "¿qué ejercicio haces tu?". Y se hace el silencio.... ¡Pues claro que no hacen deporte! ¡están secos y no lo necesitan! Pero ellos por opinar y predicar, aunque no con el ejemplo, lo que sea.

Tercer consejo: "lo que tienes que hacer es comer sano, ¿cuantas guarrerias comes al día?". A reventar, como bizcochos mojados en callos y de desayunar gominolas en leche como si fueran cereales. De postre un banana split y para cenar cocido, que por la noche ceno ligero. Mira guapito de cara, me alimento de verdura a la plancha, pan integral, comida sin grasas, nada de azúcares, el arroz en fiestas y la pasta cuando me toca la lotería. Llevo tantos años tomando leche desnatada que la entera me da asco. Mi cuerpo está tan poco acostumbrado a no comer sano, que la última vez que me comí media palmera de chocolate, porque con una no podía, me tire a base de dieta blanda 3 días porque me dieron hasta cagaleras. Pero tu, me dices eso, mientras te tomas un café con más azúcar que cafe, te metes dos pedazo dulces entre pecho y espalda y engulles gominolas sin control.

Y el mejor consejo de todos, el que sin duda se lleva la palma y va dedicado a esa persona que me lo dijo, si, a tí. "Pero no hagas tantas dietas, mantente en el mismo peso, es que tenéis que tener un descontrol de ropa. Vosotras no adelgacéis, pero no engordéis". Toma, con dos lorzas bien puestas, las de ella no, las mías digo, porque ella no tiene ni una, vamos tu que me estas leyendo y te estas riendo porque sabes que me refiero a ti. A ver como explico yo esto... NO ESTOY GORDA POR GUSTO. Nadie esta gordo porque quiere, esto no es un vicio. Ojalá lo fuera y podía decir, ahora adelgazo, y mi cuerpo sólo, adelgaza a la 38. Pues no, ahora quiero gorda, la 44. No, esto, mi cuerpo lorcero y el de todos vosotros, es porque Dios es un cachondo. Si, he llegado a esa conclusión. Dios es un cachondo mental que os hizo delgados para que os creáis que vosotros sois los que estáis buenorros cuando es mentira, son nuestras carnes las que están genial, colocadas donde deben estar, en nosotros. 

Queridos delgados sin lorzas. Ser gordo es igual que ser delgado pero con más talla. No estamos enfermos, no somos adictos al azúcar y no, aunque os cueste creerlo, no adelgazamos y engordamos porque nos apetezca cambiar de ropa.

Somos gordos y vosotros delgados porque sí. PUNTO.

Así querido ginecólogo (que hasta el que no te conoce opina) no estoy "pasadita", estoy "estupendita".